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Chapulines, una experiencia inolvidable.

Chapulines, una experiencia inolvidable.

Chapulines, una experiencia inolvidable.

¿Te has imaginado que uno de los insectos más pequeños pueda convertirse en un delicioso manjar?

Déjame platicarte acerca de los chapulines, insectos originarios de México, principalmente, de la región de los Valles Centrales de Oaxaca. Aquí, es muy común encontrar estos interesantes animalitos. La palabra “chapulín”, proviene del náhuatl “chapoli” y “ōlli”, cuyo significado sería ‘insecto que brinca como pelota de hule’.

Si bien la entomofagia, es decir, el hábito de comer insectos data formalmente del siglo XVI en nuestro país, no es sino hasta años recientes cuando los chapulines han formado parte de la gastronomía alrededor del mundo.

Esto se debe a la alta cantidad de energía que aporta al cuerpo humano, así como su sabor y consistencia exótica, la cual, es difícil de describir por todos aquellos que los han consumido.

El chapulín, es considerado por muchos como un alimento afrodisiaco por su sabor cítrico, a veces un poco picoso, y su olor a hierbas que transporta a los campos más enigmáticos de México.

Degustarlo, se convierte en una experiencia diferente en cada paladar que tocan, ya que mientras unas personas aseguran que los chapulines tienen un sabor similar al chicharrón, otras dicen que sabe a camarón con una mezcla de hierbas doradas.

Desde las cocinas más tradicionales hasta los restaurantes gourmet de mayor prestigio, la receta para preparar chapulines es una herencia de la gastronomía ancestral mexicana, al poder saborear en cada mordida ese sabor a campo, ese sabor a Oaxaca donde se fusionan sabores y olores para convertirse en una experiencia inolvidable para el paladar.

Por su enigmático sabor, los chapulines se han convertido en un alimento capaz de acompañar casi cualquier comida, ya sea junto a una tlayuda, unas memelitas o como botana, con un rico guacamole o una salsa elaborada en molcajete.

¿Y por qué no? Con un buen mezcal, para resaltar el buen gusto y la exquisitez de la gastronomía artesanal.

La popularidad de este insecto, lo ha llevado hasta platillos como el delicioso aguachile de callo de hacha y tasajo del Restaurante Casa Oaxaca, el cual, fue galardonado en tres ocasiones por la Revista “Food and Travel” con el premio al mejor restaurante al interior de la república.

También, es el protagonista de las ricas tostadas de chapulines con requesón en el Restaurante Criollo, propiedad del Chef Enrique Olvera, referente en la cocina mexicana de autor.

Pero el aprovechamiento de este insecto comestible no para ahí, ya que su rico olor y sabor, también está presente en salsas, sales y otros alimentos, los cuales, dan un toque místico en cada bocado que estimula los sentidos.

Esta experiencia, ha sido transmitida de boca en boca, o mejor dicho, de paladar en paladar, ya que un sinfín de personas se han interesado en el proceso de elaboración de los chapulines comestibles para compartirlo con el resto del mundo.

Ejemplo de ello, son las reseñas encontradas en internet sobre este alimento, así como la aparición de estos deliciosos animalitos en series y programas como Street Food Latinoamérica (Netflix), Pati’s Mexican Table (Prime Video) y Master Chef México, donde se resaltan las cualidades nutrimentales y organolépticas del chapulín.

Sin lugar a duda, la ingesta de este delicioso insecto es una experiencia no solo culinaria, sino también, cultural, al transportarnos a las recetas más ancestrales de la gastronomía oaxaqueña.

La tradición, ha sido rescatada por la alta cocina para fusionarla los procesos artesanales con los elementos que conforman la comida gourmet como el tiempo óptimo de cocción y el emplatado que convergen en una experiencia completa para nuestros sentidos.

¡Atrévete a vivir la experiencia de deleitar unos deliciosos chapulines! ¡No te vas a arrepentir!